Hermano Mayor
Un Faro de Fe y
Devoción en la
Hermandad de la
Virgen del Carmen
Es un cargo que se asume con orgullo, con amor y con la certeza de estar al servicio de una misión mucho más grande que uno mismo.
Ser Hermano Mayor en la Hermandad de la Virgen del Carmen de la Carihuela no es solo un cargo, es un honor que implica una entrega total a la Virgen y a su comunidad. Quien asume esta responsabilidad se convierte en el guardián de las tradiciones, en el vínculo que une a generaciones de marineros y devotos bajo el manto protector de la Reina del Mar. Es una figura que no solo lidera, sino que vive y siente cada paso, cada plegaria, como una extensión de su propia fe. Con profunda devoción, el Hermano Mayor asume funciones clave que van más allá de lo terrenal, porque cada una de ellas lleva el peso de siglos de amor a la Virgen del Carmen.
Queridos hermanos :
Durante años, habiéndose convertido rápidamente en décadas, los sucesivos hermanos mayores que han regido nuestra hermandad, hemos ido construyendo junto al resto de hermanos y juntas de gobierno el camino de la misma, dándole forma con trabajo y esfuerzo, y todos unidos por un mismo sentimiento ;nuestra fe católica y devoción a la Santísima Virgen del Carmen.
Nuestros antecesores, abuelos, abuelas, padres, madres, familiares y vecinos han dejado en nuestras manos un legado, que bien podríamos valorar como la mejor herencia posible que de ellos podríamos recibir, y es el amor que todos profesamos a la Patrona de nuestro pueblo, a la patrona de Torremolinos.
Desde pequeños aprendemos y se nos inculca la devoción a la madre De Dios, se nos encomienda a ella, y con orgullo portamos el santo escapulario como símbolo de pertenecía a la flor del Carmelo, pero del mismo modo que lo hicieron con nosotros, ahora ha llegado el momento en el que todos nosotros, los hermanos de esta hermandad del Carmen , sirvamos en nuestro pueblo como ejemplo de amor a la Virgen, obremos en nuestro entorno con espíritu Cristiano, dando testimonio de nuestra fe, actuando hacia el prójimo con caridad, y luchando por alcanzar más rincones donde, con esfuerzo, podamos llevar nuestra devoción haciéndola cada día más fuerte y universal.
Nuestra hermandad, nuestra parroquia , nuestra casa está abierta a todos, y todos unidos y cada uno con su granito de arena puede ayudar para que, poco a poco, sigamos creciendo como hasta ahora. Os pido a todos, que por el amor que sentís hacia nuestra madre, nunca dudéis en hacer todo lo que esté a vuestro alcance por el bien de vuestra Hermandad para engrandecerla, y como ofrenda a la estrella de los mares, y así con la aportación de cada uno, hagamos que esta barca siga navegando y pueda enfrentar un mar en calma y cualquier tempestad.
Un abrazo a todos, y que aprendamos a vivir en un 16 de julio durante todo el año junto a Ella.